La demencial insensatez de todo ello, impulsada por una alta dosis de fanatismo e intolerancia, llevo a la creación de una serie de gobiernos de coalición efímeros, acosados todos por violentas huelgas revolucionarias, algunas instigadas por sindicatos anarquistas que no eran, ni querían ser, parte del sistema. En los siguientes dos años, España paso por varias violentas huelgas revolucionarias y dos rebeliones militares. Ellas llevaron a la cárcel a dirigentes socialistas,...